Palabras de Pae Joaquín
El Cielo no mira los defectos de los hombres, pero, sí sus caridades
Porque la Luz, recoge la Luz.
Es cuestión de sintonía espiritual
Y el Alto ve lo que está en el corazón de cada uno.
El Amor recoge el Amor
Y cuando hay la resonancia adecuada por parte de los hombres,
Y en eso reside la defensa de los trabajadores espirituales: en su integridad y en su carácter fuerte.
Y nadie necesita ser santo, pues la verdad de cada uno está bien expuesta en su corazón
Y el Cielo ve!
Y Nuestro Señor sabe quién es quién en la senda…
Y también sabe de la cuota de sacrificios que los trabajadores pagan por su labor en
Pero aquello que los hombres llaman de sacrificio, el Cielo lo llama de “ascenso espiritual” Y cuando alguien vence la propia inercia y las presiones del mundo – y también aquellas otras, astrales, de los hermanitos de las tinieblas -, pontifica en
Y la victoria del hombre sobre sí aún hace hasta Nuestro Señor sonreír, contento de ver un hijo en la fuerza de la fe y en la labor de la conciencia
Y, por más que haya dificultades en la jornada, hay una Luz que desciende del Cielo y fortalece secretamente el corazón de quien es justo y sigue los valores de la caridad y del bien
Y sólo Nuestro Señor es que sabe del tiempo de regreso de cada uno
Porque Él es el Señor, sabe de los trabajos y todos son sus hijos queridos
Y es con
Y en los momentos difíciles, es con Él que se debe hablar, en espíritu, con toda humildad...
Para que, en las alas de la plegaria, el corazón gane las alturas del infinito.
Nuestro Señor sólo pide eso: que los trabajadores trabajen.
Y que sean capaces de pontificar en
Y que todos se acuerden: aquello que los hombres llaman de prueba y sacrificio, el Cielo llama de “ascenso espiritual” Y es sólo el Señor que conoce lo que está en cada corazón
Quédense firmes en la senda...
Con carácter e integridad En
Palabras de pae JUAQUIN
Pae Richard de Oxala